jueves, febrero 26, 2009

¡Qué imaginación!

Pues nada. Que estaba yo esta mañana en el gimnasio, practicando la costumbre que tanto éxito me ha proporcionado siempre -vagar con prisa y cualquier papel en la mano (*), como si estuviese agobiado de trabajo-, cuando me crucé casualmente con una pareja. Ella, una castaña espléndida, de esas que hacen soñar y él, eso, uno; ¡ah si, muy alto y reconozco que elegante!.
Cuando pasé a su lado, oí que él le decía a ella: ¿Quieres mi plátano? (comprenderán que ante semejante pregunta les presté toda mi atención...). Y ella respondió: Es que ya me lo comí ayer (que sonó como si le doliese la cabeza o hubiese ido a la peluquería..). El mocetón se quedó dudando un instante, pero reaccionó y dijo con dulzura: Podrías comerte la puntita solo, si lo prefieres...
Ella hizo un mohín, como si la propuesta no le alegrase el día, precisamente. Y yo retireme pensando lo poco que vamos pintando los mocetes en estos tiempos.

(*) Mi tabla de gimnasia

martes, febrero 10, 2009

Tortícolis

Pues si, tortícolis. Posiblemente de tanto ordenador. Me duele el cogote. Y como ninguna se apiada de mí y me da besitos mientras susurra eso de cura sana, cura sana, ..., he tenido que ingeniármelas.

Dándome cuenta de que el problema radica en que inclino la cabeza para mirar el teclado y la pantalla, que están por debajo del nivel de mis ojos, me he puesto las gafas en la mismísima punta de la nariz, de manera que me obligo a echar la cabeza hacia atrás para mirar hacia abajo. Funciona.

Pero ahora, las joías gafas, presionan las aletas de mi nariz sandunguera ...
¡ Y m'eftoy ahugando !.

domingo, febrero 08, 2009

Pasear

Me recomendó el médico que caminase hora y media por la mañana y otro tanto por la tarde. ¡Qué barbaridad, adonde vamos a llegar!. Antes, la gente honrada que salía a la calle sin obligación iba o al café, a criticar, o buscaba una obra cualquiera, para ver que podía criticar.

He preferido volver al gimnasio. Allí tampoco trabajo, pero charlo. Las señoras de la 5ª Edad me han recibido gozosas.. "¡Joven, que bien está usted!". Y a mis años, que me consideren joven, anima.

Por aquello de justificar mi presencia, me puse a pasear en la cinta y al poco rato se subió en la de al lado una de aquellas señoras. Así como quien no quiere la cosa, trabamos conversación.. "Mamá, tienes que pasear; el ejercicio es necesario". La mujer se desahogó conmigo; estaba hasta el moño de sus hijos.. "Así que para callarles la boca me he apuntado al gimnasio; y es que, ¿sabe joven?, antes tenía que sacar a pasear a mi marido, pero desde que se murió, ya no tengo que sacar ni al perro".

Esto... A este joven que tanto les seduce..., ¿también me verán como a un ...?