martes, noviembre 10, 2009

El niño

Pequeñas cosas, pequeñas anécdotas, sucedidos que nos revelan lo mejor de nuestra existencia diaria... Hete aquí que estos días estoy en un clínica rehabilitadora.. ¡No, tranquilos!; ocurre simplemente que tengo una lesión en el manguito rotador del hombro derecho.

La sala donde los fisioterapeutas nos magrean, sin intención lasciva, es rectangular y bastante grande y tiene anexos varios cuartos, tanto para aplicar determinados tratamientos de electroterapia, ultrasonidos y láser como para vestuarios y baños. El ambiente es bueno, pero se nota el dolor.. Sonrisas pocas, bastante silencio y más de una mirada perdida..

Esta tarde una de las fisio estaba tratando a un niño que rondaría los cinco años de edad en una de las salitas laterales. La puerta estaba abierta y se oía al crío, que no tenía mucho interés en hacer sus ejercicios, animado por la paciencia inquebrantable de su fisio. En cierto momento, el crío ha pedido ir al baño, adonde le ha acompañado su paciente amiga. Le ha dejado haciendo lo que necesitase hacer y ha salido un momento a disponer los ejercicios de otro de sus pacientes...

Cuando más silencio había en la sala y más serios estábamos todos, ha hecho su aparición el niño, pantalones y calzoncillos en los tobillos y al aire sus partes pudendas....

¡Qué ya he cagaoo...!

3 comentarios:

Silvia dijo...

Se me ha escapado la carcajada.
Los nanos te salen con una de estas en cualquier momento, que no entienden de pudores hasta ciertas edades y son muy informativos.

Anónimo dijo...

A mí se me hace un poco raro que aun niño tan chico le dejen solo ni en el fisio ni en cualquier otro médico ,precisamente porque es muy probable que pase algo así..

A.M. Valero Lite dijo...

Naturalidad infantil. Qué majico!!