viernes, abril 15, 2011

Cuidado con las gafas

Los viernes nos reunimos los de la Cuchipandi a tomar el aperitivo. Uno de nosotros es un caballero de noble porte, clara elegancia, finas maneras y culto decir.. O sea que el hombre está fuera de lugar en la España actual.

Apareció esta mañana vestido de manera informal, con un jersey azul marino sobre camisa clara a juego, y protegidos los ojos con unas gafas de bonita montura y buena marca. Como en el café hacía una temperatura agradable decidió quitarse el jersey para estar más cómodo y, para tener las manos libres, colgó las gafas de su camisa, colocando sus patillas en el interior de esta y sobre lo más alto de su botonadura.

Hecho esto, y como hemos procedido todos en estas circunstancias, usó sus manos para recoger el jersey desde abajo e ir sacándoselo por la cabeza..... En esa operación estaba cuando el jersey ha empujado las gafas hacia arriba, lanzándolas por los aires... El caballero, que se ha percatado al instante de que caerían al suelo y se romperían, ha demostrado poseer unos reflejos felinos y, mediante un rapidísimo y enérgico movimiento de brazo, las ha cogido al vuelo...

¡Pero lo que es la Física, la inercia y todo eso!. El movimiento uniformemente acelerado del brazo, anclado al cuerpo por el hombro como es bien sabido, ha originado que la mano situada en su extremo haya descrito una trayectoria circular y descendente tras atrapar las gafas, que se ha detenido cuando ha golpeado con violencia en plenas partes pudendas del titular de las mismas partes y propietario de las gafas.

He de reconocer que ha perdido compostura, se ha doblado sobre si mismo, ha cerrado los muslos cual virgen en momento de peligro, ha emitido un gemido y ha dicho bajito algo así como: Yeejjazzjj....

He propuesto echarle unos cubitos de hielo por la bragueta, remedio casero que, como es bien sabido, produce efectos inmediatos, pero las chicas, siempre delicadas y pudorosas ellas, han preferido pedirle un café con leche.

Y así, entre unas cosas y otras, hemos pasado la mañana

4 comentarios:

Oshidori dijo...

¡Genial! ¡Buenísimo! Ay, Señor, si es que hay cada patoso por ahí.

Unknown dijo...

Divertida la anécdota, mucho; pero más si cabe la peculiar manera de contarla...

Anónimo dijo...

muy bueno tu blog, mas que entretenido, me encanto. te dejo el mio postsdeunreinoalien.blogspot.com
nos seguimos
besos y suerte

Facinerosa dijo...

Ay, qué divertida historia!!!
Saludos!