Hay veces que un juicio compensa. Imagínense.. Se resolvía sobre un fulano que se había resistido a los agentes de la autoridad y les había desobedecido. Iniciada la vista sin su presencia y mientras S.Sª preguntaba donde estaba el acusado, se abre la puerta de la sala y entra el susodicho, diciendo en voz alta "
si, si, están hablando de mi". A primera vista tiene un pedo de padre y muy señor mío.
Lo de sentarse en el banquillo resulta superior a su capacidad y tras intentarlo, resbala dulcemente hasta el suelo.... Tras acomodarle más o menos, S.Sª le pregunta por sus circunstancias personales: "
¿Con quién vive usted?"; a lo que contesta: "
Con el Espíritu Santo".
En esas, S.Sª requiere al forense para que reconozca al acusado y dictamine sobre su situación. Cuando el médico inicia el reconocimiento, el acusado le dice con media sonrisa: "
Por ahí no vas bien conmigo. Yo no soy maricón". Tras informar el forense a S.Sª, esta se dirige al acusado: "
Caballero, usted lleva un ciego del quince". Y ordena a los agentes de la autoridad que le desalojen de la sala; cuando estos se le acercan el acusado les dice con encanto: "
Machooteeeees"; aunque a uno de ellos le comenta: "
¡qué placa más graaaande!".
Cosas veredes