domingo, febrero 18, 2007

Amen

La monitora del gimnasio se me acerca y me dice en voz baja... "Hay una señora mayor (espero que no sea de la 5ª edad) que me ha preguntado por tí".
¿Poderosa, simpática, rotunda, ....?, respondo.
La monitora, disfrutando, contesta: "Tranquilo, que sólo quiere saber sí eres sacerdote". Reconozco que me quedé, un momento -sólo un instante-, sin saber que decir, lo que aprovechó ella para ampliar la noticia..
"Es que dice que como todos hablan contigo...".
Aquí si; me descolocó. Porque digo yo.. ¿Las personas corrientes no hablamos entre nosotros?; ¿hay que estar lleno de caridad para conversar?.
La duda me corroe...

martes, febrero 06, 2007

To be or not to be

¡Prepárense, que la vida después del trabajo es estresante!

domingo, febrero 04, 2007

Alimentando mi "turulatez"

Cenaba antes de ayer en una cafetería. En la mesa contigua se sentaron dos parejas jóvenes, en que ninguno de ellos superaría mucho los veinte años. Su comportamiento era resuelto, como quien tiene la vida a sus pies, mientras que su apariencia era deprimente. La mierda -perdón pero no caben eufemismos- que portaba uno de los chicos bajo las uñas me permite aventurar que era gente de baja estofa.
No suelo prestar mucha atención, pero hay ocasiones...
"¿Ya os han dado las llaves del piso?".. Supe que se referían a un barrio de viviendas económicas, situado en "casa cristo", en las afueras de la ciudad donde vivo, y cuyas pisos ha sorteado el gobierno autonómico. Pensé, con tristeza, en el afán por conocer el mundo y aventurarse a vivir de quien a tan temprana edad tiene por objetivo aferrarse al barrio donde nació, no conocer otras gentes que las suyas e hipotecar su existencia por 74 cochinos metros.
"Oye, cuanto me puede costar la batería del buga?" -preguntó uno de los muchachos al otro -uñas de Luna nueva-; "psch.., unos 80 ó 90 €", respondió este. "Le pediré a mi padre que me suba la paga", concluyó el primero. Lógico, pensé, a su edad suficiente tiene el hombre con el piso..
Al poco, quizá en éxtasis agradecido por la excelsa información compartida, ambos se cogieron de las manos y se dieron un piquito...
Turu, ¡estás flipando en colores!