Pues nada, que andaba la otra noche paseando con un demonio y un poeta, y como todo lo saben, el uno por malvado y el otro por leído, comentaban entre ellos si el plátano se toma mordisqueando cachitos de pan, como hago con cuanto arroz con leche se pone a mi alcance, o si es mejor acompañarlo de sopa de fideos.
¡Cuestión nada baladí, pensaba para mí!. Y en estas estaba cuando me di cuenta de que el demonio, como quien no quiere la cosa, arramplaba una bolsa de queso rallado y con este se hacia un bocadillo. ¡Pobre diablo!, pensé; debe pasar más hambre que un músico, que ya se sabe que están tocando pitos a todas horas, a ver si suena la flauta.
¡Pero no acabó ahí la cosa!. El poeta le dedicó unos versos a una niña hermosa, panadera por más señas, y esta, arrebolada, le regaló un panecillo con forma de alcachofa. Y el vate, cuya hambre era pareja, hízose un bocadillo de lentejas.
¡Órdigas, clamé!. ¡Tanta fame, diome sed!. Y recurrí a la bebida isotónica-recuperadora-energética de mis años mozos: Leche condensada con coca cola. ¡Con un par!. ¡Que uno es muy hombre!. Aunque ninguna se lo cree..
¡Cuestión nada baladí, pensaba para mí!. Y en estas estaba cuando me di cuenta de que el demonio, como quien no quiere la cosa, arramplaba una bolsa de queso rallado y con este se hacia un bocadillo. ¡Pobre diablo!, pensé; debe pasar más hambre que un músico, que ya se sabe que están tocando pitos a todas horas, a ver si suena la flauta.
¡Pero no acabó ahí la cosa!. El poeta le dedicó unos versos a una niña hermosa, panadera por más señas, y esta, arrebolada, le regaló un panecillo con forma de alcachofa. Y el vate, cuya hambre era pareja, hízose un bocadillo de lentejas.
¡Órdigas, clamé!. ¡Tanta fame, diome sed!. Y recurrí a la bebida isotónica-recuperadora-energética de mis años mozos: Leche condensada con coca cola. ¡Con un par!. ¡Que uno es muy hombre!. Aunque ninguna se lo cree..
6 comentarios:
Caramba qué amigos tienes... Claro que yo tenía unos que comían bocadillos de berberechos en el colegio.
Carajo amigo Turulato, cada vez que leo un post tuyo una sonrisa se me escapa. Unas veces por graciosos y otras, las mas, por la increible manera ingeniosa de expresarte.
Espero hacerlo mas a menudo. Sonreir, digo.
El diablillo no necesita horno para gratinar ese queso que seguro que estaba rico...
Y el vate, si las pasa antes por la minipimer, no se le escurrirán por los bordes.
Con leche condensada no la he probado, pero con helado de vainilla, la coca cola está rica.
Que sí, que sí, que nos lo creemos. Aunque como Saulo, es mejor ver para creer.
En cuanto a porquerías entre pan,ninguna más asquerosa que la que nos daban para merendar en el colegio cuando yo era muy pequeñita.Gracias a Dios sólo era los jueves y le llamaban "el extraordinario de los jueves" no sabría decir de que era la pasteta extendida en el pan de color indefinido,pero nosotras sospechábamos que consistía en las sobras de las comidas de toda la semana.
Hola, si quieres probar una combinación realmente deliciosa con plátano, pon éste en rodajas delgadas sobre el arroz, o también sabe exquisito en la sopa de lentejas para chuparse los dedos. No se me antoja mucho con pan, siento que es una mezcla no muy agradable (me da asquito). Tu como eres muy hombre experimentas esa comida gourmet.
Saludos desde México, me gustó tu blog, te invito a que me visites.
Prueba coca cola, pero con helado de vainilla, con leche condensada no me la imagino, prefiero poner la leche condensada en un plátano frito y tomarlo con una cocacola (poquitas calorías nada más ¿eh?).
Saludos
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