martes, octubre 14, 2008

Deducción lógica

Ayer, aprovechando que teníamos celebración familiar, nos fuimos a comer a un buen restaurante. Y cuando lo califico como bueno me refiero a su comida, no al incomprensible lenguaje de una carta de pequeñeces.
No se si alguien se ha enterado, pero desde hace unas pocas semanas nos hemos puesto a régimen. ¡Un horror!. Personalmente, parezco un sabueso, rastreando el aire callejero en busca de olor a tortilla de patatas. ¡Ay señor, señor!.
Comançons, que diría Tip. "Traiga una fuente de gambas rojas a la plancha; y otra de calamares fritos a la andaluza; y ..., y ....". El jefe de sala levantó la vista.. "Si me permiten, creo que es mucho". Le contesté bajito: "Es que estamos a régimen y hoy, por fin, podemos darnos una alegría".
El buen hombre, moreno, bajito y bigotudo, sonrió.. "¡Ya, pasó el Ramadán!, ¿verdad?.

3 comentarios:

Ana María dijo...

Podría decirle que a mi se me da muy buen la tortilla de patatas, pero sería una mentira muy gorda, lo que sí podría es llevarlo a las bodegas Castañeda que la ponene pa morirse :).
Y me pregunto, ¿tiene usted pinta de moro? ;)

Mar dijo...

Vaya por Dios!!!
Y a mí se me ocurre justo poner el post del régimen dichoso...jajajajaja
Bueno, espero que lo lleves mucho mejor que yo, porque lo paso fatal con los regímenes dichosos!
Pero llega la Navidad, y si ya hacemos excepciones en esas fechas, al menos que llegue con un huequito en el estómago ;)
Recuerdos y besitos!!!

A.M. Valero Lite dijo...

Regimeeeeeeen????!!!!! Vade Retro, vadeeeee retroooooo!!!!