Si, se abre la veda; la de las terrazas o veladores, como prefieran. Se nota en que los bares, cafeterías, chiringuitos y similares, no solo comienzan a abrir sus respectivas, sino en que además puedes pedir que te sirvan lo que desees, sin temor a que aquel que antes conocíamos como camarero, curtido en el oficio, y hoy tiene de todo menos oficio, te suelte un "solo cerveza y refrescos, que el resto se estropea y no hay negocio".
Camareros.. ¡Cómo los de mi pueblo, ninguno!. A mi añorado Tomás, todo un señor, le pedías dos cortados y te contestaba: con calma joven; de uno en uno. Y eso, que traía un cortado y luego, con una amabilidad exquisita, preguntaba: ¿para usted lo mismo, creo recordar, no?. Y sin esperar, iba con diligencia a por el segundo cortado.
Incluso ponían en su sitio a alguien pretencioso, como este su seguro servidor... Recuerdo un día que andaba conquistando a una muchacha espléndida..; y eso, ya se sabe, significa, para un gilipollas indocumentado como era quien subscribe, presumir de todas sus inexistentes cualidades.
¿Qué podemos merendar?, pregunté así como quien ha vivido mucho y está al cabo de la calle.. "Tengo un jamón de mono excelente, caballero", contestó somarda quien nos atendía. Y yo que no atendía más que a la espléndida mujer que me acompañaba, no presté atención y contesté con suficiencia: Bien, sírvanos una ración doble.
Se retiró serio a preparar la manduca y al poco colocó entre ella, la bella, y yo, la bestia, un grandioso plato de cacahuetes; ¡y con cáscara!. Caíme del guindo al pronto, sentime ridículo y ....
Camareros.. ¡Cómo los de mi pueblo, ninguno!. A mi añorado Tomás, todo un señor, le pedías dos cortados y te contestaba: con calma joven; de uno en uno. Y eso, que traía un cortado y luego, con una amabilidad exquisita, preguntaba: ¿para usted lo mismo, creo recordar, no?. Y sin esperar, iba con diligencia a por el segundo cortado.
Incluso ponían en su sitio a alguien pretencioso, como este su seguro servidor... Recuerdo un día que andaba conquistando a una muchacha espléndida..; y eso, ya se sabe, significa, para un gilipollas indocumentado como era quien subscribe, presumir de todas sus inexistentes cualidades.
¿Qué podemos merendar?, pregunté así como quien ha vivido mucho y está al cabo de la calle.. "Tengo un jamón de mono excelente, caballero", contestó somarda quien nos atendía. Y yo que no atendía más que a la espléndida mujer que me acompañaba, no presté atención y contesté con suficiencia: Bien, sírvanos una ración doble.
Se retiró serio a preparar la manduca y al poco colocó entre ella, la bella, y yo, la bestia, un grandioso plato de cacahuetes; ¡y con cáscara!. Caíme del guindo al pronto, sentime ridículo y ....
¡Que capacidad tienen ellas de perdonar lo tontos que somos!
4 comentarios:
Aquí la veda tendrá que esperar, pues el sol primaveral se ha ido a otros pagos.
Y no perdonamos a los tontos. Sólo a los tontorrones, que no es lo mismo.
Un abrazo
Sí??? Qué envidia,que desgana, madre. El frío que he pasado yo hoy no me deja pensar en terrazas por ahora.
Que te perdonó!!!???? Mucho le debías de gustar para olvidarse del jamón de mono!!
A-mos hom-bre!
!jajaja, jamón de mono, qué tío más ocurrente!, (El camarero, digo :P )
Entre el jamón de mono y las cigalicas del Ebro menudo vermú.
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