Estilo es el modo, manera o forma de nuestro comportamiento. Y ahora que se habla tanto de nuestro sistema educativo -como se ha hecho siempre- creo que convendría que nuestros niños y jóvenes adquiriesen buen estilo.
La razón es tan simple que asusta que alguien no la comprenda. Tanto el estilo como las formas sociales que lo manifiestan son herramientas utilísimas -quizá imprescindibles- para convivir. Por eso cuanto mejor estilo, mejor convivencia.
Algo parecido sucede con el lenguaje. Cuanto mejor sepamos expresarnos, ajustando nuestra gramática y léxico al uso más correcto del idioma, mejor nos entenderemos unos a otros.
Cenaba hoy cerca de un matrimonio, sentado en una mesa contigua. Cuando pidieron la cuenta, el camarero -emigrante desde la Argentina- les ha preguntado sí deseaban café... "No, no", han respondido.
Con el estilo amable que aún conservan muchos hispanoamericanos, y que aquí hemos sustituido por un comportamiento bronco, y una suave sonrisa les ha dicho: "No, señores; tengo el placer de invitarles".
La razón es tan simple que asusta que alguien no la comprenda. Tanto el estilo como las formas sociales que lo manifiestan son herramientas utilísimas -quizá imprescindibles- para convivir. Por eso cuanto mejor estilo, mejor convivencia.
Algo parecido sucede con el lenguaje. Cuanto mejor sepamos expresarnos, ajustando nuestra gramática y léxico al uso más correcto del idioma, mejor nos entenderemos unos a otros.
Cenaba hoy cerca de un matrimonio, sentado en una mesa contigua. Cuando pidieron la cuenta, el camarero -emigrante desde la Argentina- les ha preguntado sí deseaban café... "No, no", han respondido.
Con el estilo amable que aún conservan muchos hispanoamericanos, y que aquí hemos sustituido por un comportamiento bronco, y una suave sonrisa les ha dicho: "No, señores; tengo el placer de invitarles".
Ah. Tráiganos un cortado y un carajillo...
4 comentarios:
No creamos que los comensales necesariamente eran tacaños y aprovechones; bien pudiera ser que, aturdidos por la delicadeza del argentino, se vieran obligados por su buena maneras y optaran por aceptar la invitación. La mujer, que sería la primera en parecer agradecida, se pediría un café, aunque esa noche ya no pegara ojo, mientras que el hombre, súbitamente estimulado por la amabilidad del camarero, optaría por el carajillo, y eso que pronto recordaría que esa bebida nunca le gustaba, Al final dejarían una buena propina y satisfechos saldrían al fresco aire de la noche.
Sinceramente, creo con firmeza en eso del estilo.
Estilo es eso q muchos creen tener y q muy pocos tienen realmente. Es ese "algo" q no se adquiere, se tiene, y q distingue. Pero creo sinceramente q es mucho más importante la educación q el estilo, q no tienen pq ir parejos!. Estilo me parece más superficial y vanal, educación me parece básica e imprescindible.
Besazos y abrazos sin estilo pero con mucho cariño, Tururú
Querido caballero, aún hay algunos de los "autóctonos" que conservamos esos modales. Pocos, pero quedamos.
Y lo de ese matrimonio vecino suyo de mesa (nos tiene que contar a que restaurantes va usted, que son "divertidos") es cada vez más frecuente.
Un saludo
Este camarero argentino, debe estar aprendiendo ya, que algunos con tal de que les conviden, se beben hasta el fayri :P
Saludos again, Turulato :)!!
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