miércoles, febrero 06, 2008

Dulces

Hablábamos hoy del piropo.. Si, aquello que algunos decían a algunas. Palabras que a veces no eran precisamente delicadas, pero que se atemperaban de cuando en cuando -como en la anécdota que contaba hoy Oshi de una conocida-: Hace años, si estaba deprimida, me daba un garbeo por delante de una obra. Una, dos pasadas.. y volvía a casa revitalizada.
Pero la anécdota maravillosa la ha contado Kalia. Un día, cuando era mozuela, iba por la calle junto a su madre y su hermana, que es cuatro años más joven. Un caballero, fino y elegante, haciendo gala de buen gusto, le soltó al paso: ¡Bombón!.
Oyéronlo madre y hermana y esta le preguntó a aquella: ¿Por qué a mí no me dice nada?. Y la madre, sabia, respondió presta: Porque no quería un chupa-chups.

3 comentarios:

Cobre dijo...

Qué respuesta más dulce!, y no van con segundas. Me ha hecho sonreír y me ha recordado cosas de esas q solo saben decir las madres.
Es anécdota preciosa.

Besazos, Tururú

Mar dijo...

jajajaja jajajaja oleee por esas madres que tienen la respuesta presta

MABANA dijo...

Las respuestas de las madres,siempre tan sabias,y haciendote creer que todo estabien...

La mia, cuando una vez le increpé el hecho que todo mundo volteaba a ver a mi hna mayor (que es hermosa, guaperrima de verdad!)y que nadie me veia a mi!!,,,mi maravillosa ma, me contestó...es que B, te la pasas mirando a los que ven a tu hna...si te fijaras mas a los que te ven a ti, entonces te darias cuanta que a las dos las miran igual!!

Te diria que añoro los piropos,pero mentiria,ya que a diario me piropean, y me hace muy feliz!!

besitos cariñosisimos