domingo, enero 27, 2008

Instinto básico

Hay ocasiones.. Resulta que mi dentista -gruñón, fiero y bigotudo- me ha dicho que me lave los dientes con un cepillo eléctrico. ¡Cómo resistirme a sus deseos!. Así que me compré uno y reconozco que estoy encantado con la sensación de limpieza que deja su uso.
Pero la primera vez.. Monté el artefacto, luego de leer las instrucciones -que uno es muy cumplido-, y le eché el chorrito de .. pasta. Imagínense.. Allí, en pelota, delante del espejo mural del baño, alelado con tan excelsa tecnología, con el chisme en la mano... Me pudo el instinto. Y sin saber como, le di al interruptor.. ¡¡¡ Prrrrffffsssshhhh !!!. Contemplé atónito como la pasta se desperdigaba por el espacio.. El espejo y mi pecho peludo (que tanta pasión provoca) quedaron al gotelé.

Aunque no llego a la maestría de un compañero mío, al que su mujer le encargó una tortilla francesa para la cena de sus hijas. El hombre, interés puso. Batió los huevos en un plato, si, pero con la minipimer a toa leshe.. Aún están desincrustando las yemas de la pared.

9 comentarios:

Silvia dijo...

Eres como McGyver, ¡qué apañadito!. Usas la pasta de dientes como after shave, como pintura...jejeje
¿Y las pruebas gráficas de ese pecho al gotelé?
Un besazo

Cobre dijo...

Te hacía menos torpe, eh...
Esto me recuerda a la historia aquella q contaste de la olla express a la q se le salían las cosas y q poco menos y te explota.

Pa'verte to pringaito de pasta de dientes, q cuadro!!. Pero la próxima vez no hables de tu pecho peludo si no piensas poner una foto, homrepordios!

Besazos, Tururú!!

Turulato dijo...

¡Qué no Cu, qué no fue torpeza!. Me se subió una cosa, así como incontrolada.....

Cobre dijo...

Vamos, ¡como los niños chicos!.
¡Qué cuadro! :)

Oshidori dijo...

Turu, tu con un artefacto piezoeléctrico-automático-magnético-cinético-motriz en las manos eres más peligroso que una piraña en un bidet

alelo dijo...

A mí me pasó en la cocina de casa de mi madre con un tetrabrik de leche. En la televisión había un anuncio en el que lo tiraban al suelo y no se rompía. Y yo, que me lo creí, lo tiré al suelo... y estalló... y no te puedes imaginar ¡cuánta leche entra en un litro de leche! Mis hermanos lo recuerdan perfectamente... sobre todo el que no veía nada porque sus gafas parecía que se habían incrustado en la misma teta de la vaca. Más o menos.

currinche dijo...

Pues a mi hermana le pasó aliñando
la ensalada,estábamos enfrascadas
discutiendo por no sé que tontería
y lo hizo en el escurridor así que
luego aún estaba más enfadada, con todo el aceite resbalando por el suelo.Fué genial, lo mejor es que ahora lo niega muy ofendida.

Mar dijo...

Desde luego es genial que luego los comentaristas enriquezcan más todavía el post.
¡Vaya risa! jajajaja ¡Ay que no se nos vaya la pizquita de niños que nos queda por dentro!
Besoss

Julia dijo...

ja, ja, ja.....