jueves, febrero 26, 2009

¡Qué imaginación!

Pues nada. Que estaba yo esta mañana en el gimnasio, practicando la costumbre que tanto éxito me ha proporcionado siempre -vagar con prisa y cualquier papel en la mano (*), como si estuviese agobiado de trabajo-, cuando me crucé casualmente con una pareja. Ella, una castaña espléndida, de esas que hacen soñar y él, eso, uno; ¡ah si, muy alto y reconozco que elegante!.
Cuando pasé a su lado, oí que él le decía a ella: ¿Quieres mi plátano? (comprenderán que ante semejante pregunta les presté toda mi atención...). Y ella respondió: Es que ya me lo comí ayer (que sonó como si le doliese la cabeza o hubiese ido a la peluquería..). El mocetón se quedó dudando un instante, pero reaccionó y dijo con dulzura: Podrías comerte la puntita solo, si lo prefieres...
Ella hizo un mohín, como si la propuesta no le alegrase el día, precisamente. Y yo retireme pensando lo poco que vamos pintando los mocetes en estos tiempos.

(*) Mi tabla de gimnasia

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Cuánto desmán! No sé dónde iremos a parar.

Anónimo dijo...

Uyyy q va, querido Turu!, para algunas cosas seguís pintando mucho!.

Ves? eso es lo q pasa cuando una está empachá... Si ya lo dice mi santo padre: hambre de 20 días teníais q pasar!... (mierrrda de hambre!).
Yo voy a ver si... ceno algo!

Silvia dijo...

No sé si es tanto empacho o la manía esa que le ha entrado a todo el mundo de no comer o hacerlo con asco...
El pobre muchacho que sólo estaba preocupado por ella, porque se alimentara bien...
Besos!

MABANA dijo...

Uff mejor ni te comento, xq saldría de todo contexto a tus demas comentarios...

Solo te digo que me solté la carcajada conforme te leia...eso de ser mexicana mal pensada, no trae nada bueno...

JAJAJAJA

besitos mi querido amigo

Anónimo dijo...

Si es que donde esté una buena mandarina...Y además ,engorda menos.